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Stardom and stars

Football, in fact, is a sort of a World´s miracle. Not precisely only the game but what it manages to achieve.


ABAJO EN ESPAÑOL

Around football, peoples of the entire world do what they do not in any other endeavors. The relationship between funs and the team, for example, is extraordinary. They love each other. Fun´s love for the national team is solid, immoderate, certain and, sometimes, uncontrolled. The team, in turn, fights every match and, at every goal, melts in a human tower before their funs tribune. They love each other. Funs know no frontiers and save no efforts. So does the team. Around football the most natural human feeling arise: solidarity, hope, shared illusions, enthusiasm, work, joy and yes sometimes a stream of tears.


However, all peoples in the World are taught to achieve, to go for it, to move forwards, to reach, to score, to win. Those who do it - score - step under the spot light and become idols. But that is only half of the story. Winning, like every other thing in life, has al least two faces and varied ways to get there. Action and no-action are always involved. The best example of this concept can be seen in football because a match is won not only by making goals but also by preventing them to happen. Goalkeepers are a wonder. Despite the fact that they are going to smash their entire humanity against the floor, and the risk of breaking leg, arm, hand, rib or skull - standing alone and alert, open arms before their arch - they fly without second thoughts, the ball in their eyes, determined to stop it. Defenses, on their part - like a multithreaded dog - guard the area and deliver wonderful cooperative operations that keeps the goal away from being. Despite that fact, peoples focus mainly in the achievers, the goal makers. A replay or analysis of a defensive play - archer and defenders - is seldom seen or re-recreated on the screen. The fact, nevertheless, is that the match is won by those who scored a goal as well as by those who prevented them. The other half of the story. That is the meaning of a team. And it happens in every disciple in life. Sometimes stardom prevents from seeing stars.


Football is a world´s miracle and, certainly, a national one. Today, for example, is to take place Colombia - Argentina within the Copa America. In the tradition of the continent, playing Brazil or Argentina is a big day. It Is big also because from dawn the entire country behaves different. The change in mood, a powerful charged intention, the hope, the joy is present everywhere you walk around. People cannot hide it. During the recent world cup, for example, there was this man - ironed suit, shinning shoes, and fashion tie - walking very serious on the street without realizing that the strident yellow of the team t-shirt showed at the border of his jacket. I guess he expected to go through a quick board meeting and rush to the match. During another world cup many years ago, a Colombian player won the match by making a tunnel under the archer. The rest of the day you would see total strangers in the streets, face to face, one opens the legs, the other makes an imaginary tunnel goal. Around football, peoples leave preventions and that sort of we are one prevails. They, actually, become one voice. A couple of decades ago, there was this match at El Campin stadium in Bogotá where the Colombian archer stopped three or four penalties. I lived downtown in a tall building that let see the whole city around including the stadium. Each time a penalty was stopped, I could hear not the neighbors, the people in the building or in the square. The entire city roared at unisonous " Lo tapooooo" (He stopped it!). It was an extraordinary one single voice that could be heard all around town. That makes me wonder: why can Colombian people be so solid one around a football match and the feeling fades away when it comes to living in peace for themselves and for their children? The feeling is clear and present when the yellow t-shirt is involved. In a logical sequence of thought, that feeling can be kept in any other activity of the national life.


Football makes the miracle of uniting every nation´s people in a single purpose. Goal makers, goal keepers, followers, participant from all walks and in all forms: Shoulder to shoulder, all equal, all determined, all together. Wonderful football. Should the core of its functioning extend to other endeavors, and people´s efforts be seen as teams, everyone playing a decisive rol, this would certainly be a different, tenacious, happy world. As far as today is concerned, let the best team win once, of course, we score 5-0 again!!!!/ Silvia Davila MM, June 26, 2015

ESTRELLATO Y ESTRELLAS


El futbol, de hecho, es una especie de milagro mundial. No precisamente solo por el juego mismo sino por lo que consigue. En torno al futbol, la gente de todo el mundo hace lo que no hace en ningún otro escenario. La relación entre los fans y el equipo, por ejemplo, es extraordinaria. Se aman. El amor de los fanáticos por su equipo es sólido, desenfrenado, seguro y, algunas veces, descontrolado. El equipo, a su vez, lucha el partido y cuando mete un gol corre a derretirse en una torre humana frente a la tribuna de sus fans. Se aman. Los fanáticos de futbol no conocen fronteras ni ahorran esfuerzos. Lo mismo hacen los equipos. En torno al futbol surgen los mejores sentimientos humanos: solidaridad, esperanza, ilusiones compartidas, entusiasmo, trabajo, alegría y, sí, algunas veces ríos de lágrimas.


Sin embargo, a todas las personas de este mundo les enseñan a conseguir, luchar, ir adelante, alcanzar, meter gol, ganar. Los que lo consiguen pasan al estrellato y se convierten en ídolos. Pero, esa es solo la mitad de la historia. Ganar, como todo en la vida, tiene al menos dos caras y muchos caminos para llegar. La acción y la no-acción están siempre involucradas. El mejor ejemplo de este concepto se puede ver en el futbol porque un partido se gana no solamente haciendo goles sino evitando que se hagan. Los arqueros son asombrosos. Pese al hecho de que van a reventar su humanidad entera contra el piso, y al riesgo de romperse pierna, brazo, mano o cráneo - parados solos y alertas, los brazos abiertos abrazando su arco - vuelan sin pensarlo dos veces, los ojos fijos en el balón, decididos a detenerlo. Las defensas, por su parte, como un perro de varias cabezas, cuidan el área produciendo magníficas y cooperativas operaciones que mantienen a raya el gol. Pese a esto, la mirada de todos se centra en quienes consiguen hacer un gol. Una repetición o análisis de las jugadas defensivas - arqueros y defensas - pocas veces se ve en la pantalla. El hecho, sin embargo, es que el partido se ganó gracias tanto a los goles que se metieron como a los que se detuvieron. La otra mitad de la historia. Ese es el sentido del equipo. A menudo el estrellato no deja ver estrellas.


El fútbol es un milagro mundial y, sin lugar a dudas, uno nacional. Hoy, por ejemplo juegan Colombia-Argentina en la Copa América. En la tradición del continente enfrentar a Brasil o a Argentina es un gran día. Es grande también porque desde el amanecer el país entero se comporta distinto. El cambio en el ánimo, la intención cargada, la esperanza, la emoción, la alegría está presente en todos y en todas partes. La gente no puede ocultarlo. Durante la pasada copa mundial vi a este señor - traje bien planchado, zapatos lustrados, corbata a la moda - caminando por la calle sin darse cuenta de que el amarillo estridente de la camiseta de la selección se asomaba por debajo y por detrás de su chaqueta. Supongo que esperaba salir rápido de una junta directiva para correr a ver el partido. Durante otra copa mundial hace años, el arquero colombiano metió un gol de túnel ganando el partido. Durante el resto del día, en las calles, perfectos extraños que se encontraban frente a frente, uno abría las piernas y el otro hacía un gol de túnel con un balón invisible. En torno al futbol, se dejan las prevenciones y prevalece esa sensación de ser todos uno. De hecho, la gente se convierte en una sola voz. Hace un par de décadas en un partido que tuvo lugar en El Campin en Bogotá, el arquero colombiano tapó tres o cuatro penaltis. Yo vivía en el centro de la ciudad en un edificio que dejaba ver la ciudad entera incluyendo el estadio. Con cada tapada, podía oír no a los vecinos, ni a la gente del edificio, del vecindario o de la cuadra. Oía a la ciudad entera rugiendo al unísono: Lo tapoooooooo!!!!. Una extraordinaria y única voz retumbaba sobre toda la ciudad. Y me pregunto: por qué los colombianos pueden ser tan sólidamente uno en torno al futbol y el sentimiento se desvanece cuando se trata de vivir en paz por ellos mismos y por sus hijos. El sentimiento de unidad existe en torno a la camiseta amarilla. En una secuencia lógica de ideas, debería poder existir en toda otra actividad nacional.


El futbol hace el milagro de unir a las gentes de cada nación en un sólo propósito. Los que hacen goles, los que los tapan, los que participan de todas las procedencias y en todas las formas: hombro a hombro, todos iguales, decididos, todos juntos. El maravilloso futbol. Si la esencia de su funcionamiento se extendiera a todo lo demás y los esfuerzos de la gente se miraran como esfuerzos de equipo, cada uno jugando un papel decisivo, este sería, sin duda, un mundo diferente, dinámico, tenaz y feliz. En lo que concierne al partido de hoy, que gane el equipo de juegue mejor, una vez, eso sí, hagamos un 5-0 otra vez!!!!/ Silvia Dávila MM, June 26, 2015










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