El Papa Francisco visitó ya Sur y Centro América. Esta semana visitará Cuba y el Norte de América. Dicen que pide a todos llamarlo simplemente "padre", el nombre que utiliza la gente común para referirse a su cura local. Es común relacionar a los curas con Dios, bendiciones, ceremonias religiosas y un comportamiento humanitario. Es así con la mayoría de ellos. Pero la gente tiende a no ver que en el contexto de la historia de la Humanidad los sacerdotes han hecho algo fundamental para el desarrollo del mundo: los sacerdotes de todas las religiones han sido en la historia guardianes de conocimiento. Desde los padres Hebreos, los sacerdotes Egipcios, las pitonisas Griegas, los monjes Tibetanos, los líderes espirituales Musulmanes, el servicio que prestan implica trabajar en, a través y para una sabiduría ancestral. Durante la Edad Media, el período más oscuro de la historia, las abadías - sede de los sacerdotes - se convirtieron en bunkers del conocimiento protegido del pillaje y las guerras.

 

Dentro de las muchas congregaciones que la iglesia Católica ha tenido en el tiempo, los Jesuitas trabajaron su lugar en la historia por una razón específica: ser uno de ellos implicaba ser un hombre altamente estudioso y preparado en variedad de materias, ciencia, matemáticas, astrología, culturas, medicina y, claro está, todas aquellas relacionadas con la teología. El conocimiento atado a sus votos de simplicidad y servicio - una mezcla que ofrecía fe celestial así como una muy terrenal y práctica sabiduría - los convirtió en una comunidad fuerte reconocida en todos los lugares en donde se asentaban y, por lo mismo, perseguida toda vez que la ignorancia los detectaba y les temía. A medida que las sociedades se desarrollaron, su campo de estudio se amplió de la física del mundo a la organización social humana. El amor por el conocimiento ha sido la marca registrada de los Jesuitas en la historia. Su momento más brillante llega cuando uno de sus miembros, monseñor Jorge Bergoglio, se convierte en el Papa Francisco, líder de casi 3 billones de católicos en el mundo, un hombre que ha demostrado en sus primeros años de servicio la marca registrada de los Jesuitas: conocimiento que lo hace humilde y comprensión de las miserias y glorias de este Mundo.

 

Es por eso que las gentes de este Mundo no deben dejar pasar su encíclica Laudeato Si sin leer. Es un documento muy extenso, es cierto, y para los no creyentes algunas de sus partes pueden resultar conflictivas, pero el documento como un todo es una radiografía profunda, integral, completa y profesional del planeta Tierra hoy en día. Sin duda contó con la participación de expertos en cada materia y la profundidad Jesuita puede sentirse. Dice: "Si estamos realmente interesados en desarrollar una ecología capaz de remediar el daño que hemos hecho, ninguna rama de la ciencia o forma de conocimiento puede ser dejada por fuera, y eso incluye a la religión y su particular lenguaje". Tiene sentido. En la medida en que este mundo es un producto colectivo, sería ilógico pasar por alto el agudo ojo de una comunidad que ha hecho del conocimiento una de las razones de ser en su historia. Y aunque tienen su espíritu conectado al cielo, sus mentes están muy atadas a la tierra. Algunos de los títulos de Laudeato Si lo muestran: "Tecnología: creatividad y poder"; "La Ecología de todos los días"; "Justicia entre Generaciones"; "Amor Cívico y Político"; "Los Misterios del Universo"; "El Clima, un Bien Común". Es, de hecho, una visión honesta, cruda y precisa de las miserias y glorias de este Mundo. 

 

Es un hecho que la iglesia Católica se ha movido de las profundidades a lo sublime en la historia: guerras sangrientas, corrupción, pederastas. Pero también es un hecho que este Papa ha enfrentado la transparencia financiera en el Vaticano, a los pederastas, la burocracia en el servicio; ha mostrado una mente abierta hacia temas tradicionalmente conflictivos como el divorcio, el homosexualismo, las mujeres; ha promovido la reconciliación entre religiones, el cuidado de la Tierra, y su bandera de servicio ha sido la gente, la gente del común. Un Jinete del Cambio. Su Laudeato Si no es simplemente otra Encíclica de un Papa. Es una visión ilustrada de gente que se interesa por la gente y su hogar común. El Vaticano haría bien en "traducir" el contenido del documento a versiones más cortas estilo-red con el fin de que todos, especialmente la generación joven, entienda en dónde está parada. Si lo hace, en un futuro cercano los pueblos de la Tierra podrán ciertamente decir Laudeato Si. / Silvia Dávila MM, EarthPipol, Agosto 31, 2015. 

 

 

INDICE DE 

 

 

 

“Debemos promover un debate honesto entre expertos

respetando las miradas diferentes. 

 

“La Ciencia y la Religión con sus distintas formas de entender la realidad,

pueden entrar en un diálogo intenso que dará frutos para ambos."

 

 

Chapter One

What is happening to our Common Home

 

Pollution and climate change

Climate as a common good

- The issue of water

- Loss of biodiversity

- Decline in the quality of human life and the

- Breakdown of society

- Global inequality

- Weak responses

- Variety of opinions

 

Chapter Two

The Gospel of Creation

• The light offered by faith

• The wisdom of the biblical accounts

• The mystery of the universe

• The message of each creature in the harmony of creation

• A universal communion

• The common destination of goods

• The gaze of jesus”Civic and Political Love””The Mysteries of the Universe

Chapter Three

The Human Roots of the Ecological Crisis

- Technology: creativity and power

- The globalization of the technocratic paradigm

- The crisis and effects of modern anthropocentrism

- Practical relativism

- The need to protect employment

- New biological technologies

 

Chapter Four

Integral Ecology

i. Environmental, economic and social ecology

ii. Cultural ecology

iii. Ecology of daily life

iv. The principle of the common good

v. Justice between the generations

 

 

Chapter Five

Lines of Approach and Action

i. Dialogue on the environment in the international community

ii. Dialogue for new national and local policies

iii. Dialogue and transparency in decision-making

iv. Politics and economy in dialogue for human

    fulfilment

v. Religions in dialogue with science

 

Chapter Six

Ecological Education and Spirituality

i. Towards a new lifestyle

ii. Educating for the covenant between humanity and

    the environment

iii. Ecological conversion

iv. Joy and peace

v. Civic and political love

vi. Sacramental signs and the celebration of rest

vii. The trinity and the relationship between creatures

viii. Queen of all creation

ix. Beyond the sun