The Americas: From Canada to Argentina
ABAJO EN ESPAÑOL
From Canada to Argentina, in all north, center and south, the Americas are going through a change that has power on its own. The shift taking place is not related to political alternation of power, though it seems so. Change taking place in the Americas is openly related to people.
Peoples of the continent are shaking structures that stood for long delivering little for them. More than changing political parties, candidates or presidents, the Americas people are expressing a clear, present need for participation in a true present. Throughout the continent the old game between stiff left and right wore out, giving way to a scenario where populations show their want for something fresh, free from ideological ties, innovative in thought and action but, above all, wisely attached to every nation´s and the world´s present realities. Independent voices ex-raying reality accurately are on the rise, people untied to traditional positions willing to bring to the board a new vision for a new world.
It is all about People. North American people from all walks of life have lift a huge mirror where the nation can watch its true image beyond elaborated pictures; Canada bet for a young, fresh vision; in some Central and most South American nations people are shaking the boat in search for more modern leadership; Europe´s most demanding trouble today also concerns people, immigrants; China is facing hard winds of change because they cannot afford not to be sustainable for so many people (1.5 billions); same case should be for India; even in very traditional nations like the UK, voices making accurate maps of present reality are surfacing in England, Scotland, Ireland; Middle East nations are beginning to see one another.
Peoples of all nations have opened their eyes for one single reason: the threads of global warming which they already acknowledge, the hardships it will surely bring, cannot be taken in state of vulnerability. People want and need to be strong to face the future. So what is changing is not political drive but people´s ways. In fact, Democracy´s pillars that had shrink over time to serve only a few, are being pushed apart by what is its very heart: People, they want a way in. People cannot afford to stay still within a structure that cares little for them - Panama Papers is a smashing example of indolence, selfishness and wrongdoing from all involved. People want leaders able to make the hard decision before hardships fall, governments that match their needs to reality, Congress that deliver modern tools to assess it, Media that stands by the people, made by the people for the people, financial systems that grow them, a Justice that embraces all.
Latin America has a very specific task. By getting rid of the old straight jacket of ideological extremes, they get loose and open up to take a lip in time from underdevelopment to the burst of a sustainable, centered World. Should they try to walk the path by the old book of actual developed nations they will not reach. Latin America must jump to the present, create a voice of their own, and adjust its ways to the innovative present drive. North America, watching themselves in the mirror in awe, must listen to its more noble soul in order to pull wisdom through and lift its people to the train of a literal New World.
The Americas, despite differences in language or culture, are being joined in a brilliant path where the logic of survival becomes the banner that will not only save them but give them leadership in the planet. A shift where production is to serve people and not for some to accumulate; where education builds able, capable populations and not loan holders or ignorant left-behinders; where health is a general advantage of the nation and not a source of profit for some and a burden for governments; a place where human rights are not the exception but a way of life. A way of life that serves all nations in the world. Peoples are pushing change and if Democracy is the government by the people, it should be able to embrace it. These are People´s Time on Earth, a time when people actually foresee a productive life in peace. / Silvia Davila MM, EarthPipol, April 6, 2016
LAS AMERICAS: DE CANADÁ A LA ARGENTINA
Desde Canada hasta la Argentina, en el norte, centro y sur, las Americas están en curso de un cambio que tiene poder en sí mismo. La transformación que tiene lugar no está relacionada con la alternancia del poder, aunque eso es lo que parece. El cambio en las Américas esta relacionado con la gente.
Los pueblos de todo el continente están removiendo estructuras que se mantuvieron por un largo período ofreciendo poco a la gente. Más que cambiar partidos políticos, candidatos o presidentes, las gentes de las Américas están expresando una clara necesidad de participación en el presente. A todo lo largo del continente, el viejo y anquilosado juego entre derecha e izquierda se gastó dando paso a un escenario en el que las poblaciones muestran su deseo de algo fresco, libre de ataduras ideológicas, innovador en pensamiento y acción pero, sobretodo, sabiamente atado a las incuestionables realidades de sus naciones y del mundo. Surgen en todas partes voces independientes haciendo diagnósticos precisos de la realidad, voces desconectadas de las tradicionales formas, dispuestas a poner en el tablero una nueva visión para un nuevo mundo.
Todo está relacionado con la gente. El pueblo norteamericano de todas las tendencias ha levantado un espejo gigante en el que la nación puede mirar su verdadera imagen más allá de proyecciones elaboradas; Canadá optó por una voz fresca y joven; en algunos países de Centro America y en casi todos los de Sur America los pueblos están moviendo el barco en busca de liderazgos modernos. El problema más demandante de Europa en este momento también tiene que ver con gente, inmigrantes; China está enfrentando un difícil cambio porque no puede darse el lujo de no ser sostenible para tanta gente (1.5 billones); el mismo caso aplica a India; aún en países muy tradicionales como el Reino Unido, surgen voces que hacen mapas precisos de la realidad actual en Inglaterra, Escocia e Irlanda; las naciones del Oriente Medio están empezando a verse unas a otras.
Los pueblos de todas las naciones han abierto los ojos por una simple razón: la amenaza del calentamiento global - las dificultades que sin duda traerá - no pueden asumirse en estado de vulnerabilidad. La gente quiere y necesita estar fuerte para el futuro. Por lo tanto, lo que está cambiando no son las tendencias políticas sino la fuerza de la gente. De hecho, los pilares de la Democracia que se había encogido en el tiempo para servir solo algunos pocos, están siendo empujados por lo que constituye su verdadero centro: la gente, la gente que quiere participar. La gente no puede permanecer pasiva esperando en medio de estructuras que no piensan en ella - los Papeles de Panamá son un ejemplo demoledor de indolencia, egoísmo y mal comportamiento de todos los involucrados. La gente quiere líderes capaces de tomar la decisión difícil antes que la situación difícil llegue, gobiernos que coordinen la realidad con sus necesidades, Congresos que generen herramientas para asumirla con éxito, Medios de Comunicación que se alínien con la gente, hechos por y para la gente; sistemas financieros que los crezcan; una Justicia que los abarque a todos.
América Latina tiene una tarea específica. Al liberarse de la camisa de fuerza de los extremos ideológicos, se abren a la posibilidad de dar un salto en el tiempo - del subdesarrollo a la explosión sostenible - a un mundo centrado. Si intentaran avanzar usando el viejo libro de las naciones hoy desarrolladas, no llegan. América Latina debe saltar al presente, crear su voz propia y ajustar su camino a la tendencia innovadora actual. La América del Norte que hoy se mira al espejo asombrada, debe atender su alma más noble con el fin de lograr que la sabiduría se imponga y arrastrar así a su gente al tren de un literal Nuevo Mundo.
Las Américas, pese a sus diferencias de lengua o cultura, están siendo unidas en un camino brillante en el que la lógica de la supervivencia se convertirá en la bandera que no solamente los salva sino les da liderazgo en el planeta. Un giro en el que la producción sea para servir a la gente no para ser acumulada por algunos; donde la educación construya poblaciones capaces y no deudores o ignorantes dejados atrás; donde la salud sea una ventaja de toda la nación y no una fuente de ganancia para algunos y una carga para los gobiernos; un lugar en donde los derechos humanos no sean la excepción sino una forma de vida. Una forma de vida que sirve a todos los pueblos del mundo. La Gente está empujando el cambio y, si la Democracia es el gobierno de la gente, debería estar en capacidad de asumirlo. Estos son los tiempos de la GENTE en la TIERRA, un tiempo en el que los pueblos de hecho están viendo en el futuro una vida productiva y pacífica. / Silvia Davila MM, EarthPipol, April 6, 2016