Cumbre Américas/ JUSTO Y NECESARIO
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Ningun latinoamericano de cualquier denominación niega hoy la desigualdad, la inequidad, la pobreza, el atraso, la injusticia y la violación a los derechos humanos que tienen lugar en los países del contienente. Por eso, la América Latina está en proceso de sacudirse de todos esos lastres para insertarse exitosamente en el mundo global de hoy que avanza a grandes velocidades. Es justo y necesario que lo haga. Pero, para hacerlo, el continente debe acoplarse a las realidades de este tiempo, las mentalidades que imperan en el escenario actual, lo que es útil y práctico en las relaciones internacionales, y el conjunto de las condiciones del mundo de hoy.
Es un hecho que visto en perspectiva es ya un hecho histórico inoficioso negar, que los movimientos guerrilleros o de extrema izquierda en latinoamerica derivaron en dictaduras militares y en el caso de mi país, Colombia, la hundió en una guerra inútil de cincuenta años. El Mundo de hoy no es el mismo que era en los años cincuenta del siglo pasado. La ideología, la metodología y el lenguaje de los pueblos latinoamericanos necesitan ajustarse a la nueva era.
También es un hecho que en su historia América Latina ha sido objeto de intervenciones, ingerencias y presiones de potencias extranjeras, especialmente de los Estados Unidos. Pero también es una hecho que no todos los gobiernos son iguales, en los Estados Unidos o en cualquier país del mundo. La mentalidad y acción de cada gobierno es distinta. Ver las diferencias es un acto de sabiduría. Inteligente sería latinoamérica - todos, de derecha, centro e inquierda - si en lugar de exhibir antiguas actitudes agresivas e inoficiosas, de un lado, o abyectas y permisivas, del otro, hicieran uso de una visión más amplia y sabia que les permita encontrar las aristas por donde entren relaciones respetuosas y, sobretodo, útiles con las potencias mundiales para empujar planes de desarrollo prácticos que se ajusten a la mentalidad de cada una de las naciones, o mejor, del continente como un todo. Las potencias, a su vez, harían bien en deshechar las viejas y anquilosadas fórmulas tradicionalmente usadas para América Latina, con el fin de desarrollar una relación que respete idiocincracias y promueva relaciones igualitarias. Para que eso sea posible, las naciones de América Latina deben pararse, bien paradas, dentro de los estándares que se manejan en todo el mundo en las relaciones internacionales las cuales - independientemente de las diversas ideologías - obligan lenguaje, conocimiento, comportamiento, prudencia, respeto y determinación de sacar adelante sus ideales. Por estos días, estamos viendo en el mundo procesos interesantes - el pacto EEUU-Iran, China abriéndose al mundo, la normalización en Cuba, el proceso de paz en Colombia - todos procesos que muestran una diplomacia de respeto y diálogo que, sin embargo, no va en detrimento de los objetivos de quienes la aplican. Por el contrario, bucan terrenos comunes y pacíficos para llegar a acuerdos que sirvan a ambas partes.
América Latina no puede demorarse más en sacudirse de sus viejos lastres porque el mundo no la espera. Los extremos, tanto de derecha como de izquierda, sólo demoran su curso, crean enfrentamientos inútiles, pierde el apoyo internacional, pone en bandeja reacciones extremas y se queda en mera verborrea. América Latina unida e inteligente, puede jugar sus cartas en el tablero internacional con éxito si se mantiene en una democracia centrada que no dé espacio a reacciones extremas - bien sea dentro de cada país o provenientes del exterior - que no busque defender ciegamente posiciones políticas sino defender abierta e inteligentemente los intereses de sus pueblos, enfocada en un desarrollo con equidad, apoyándose unos a otros como vecinos y hermanos, y haciendo buen uso de sus privilegiados recursos físicos y humanos. Centrado, respetuoso, inteligente, el continente. Es hora América Latina. Es sabio, justo y necesario. / Silvia Davila MM. www.earthpipol.wix.com/blog. Abril 7, 2015.
AMERICA´S SUMMIT / JUST AND NECESSARY
Every Latin American from all denominations today agrees about the inequality, poverty, delay and violation of human rights that take place in every Latin American country. That is why Latin America is on the move to shake off all those hindrances in order to insert itself successfully in a global world that moves forward at great speed. It is only fair and just that the continent does it. But, to do it, the continent must adjust to the reality of the times; the ruling mentalities in the practical scenario; what is useful and practical in foreign relations; and the combination of the world´s situations today.
It is a fact that seen in perspective is already an historic fact useless to deny, that guerrilla movements and extreme leftist groups in the continent led to military dictatorships and in Colombia to a useless fifty years war. The World today is not the same world it was in the fifties of the past century. Ideology, methodology and language of Latin American nations needs to adjust to the new era. It is also an historic fact that Latin America all through its history has been subject to interference, interventions and pressures from outer powers, especially, from the United States. But it is also a fact that not every government is the same, in the United States and in every country on earth. Mentality and action varies from one government to another. To be able to see the differences is an act of wisdom. Intelligent would Latin American be - from right, center and left - if instead of exhibiting ancient, aggressive and useless attitudes, on one side, or wretched, permissive attitudes in the other, they would use a wider, wiser vision that permits find the edges through which respectful and, above all, useful relationships with the world powers can enter in order to achieve development goals, according to the mentality of every nation or, even better, of the continent as a whole. World powers, on their turn, would do well leaving behind old, obsolete formulas traditionally used towards Latin America in order to develop relations that respect idiosyncrasies and promote a more equalitarian vision. For that to be possible, Latin American countries need to stand, stand well, within the World standards for international relations which obliges - regardless of ideologies - language, knowledge, behavior, prudence, respect and determination to achieve their goals. These days the world has seen interesting cases: US- Iran deal; China opening to the world; normalization of relations with Cuba, the peace process in Colombia, all processes that show a diplomacy of respect and dialogue that, nevertheless, does not lessens the objectives of those who use it. On the contrary, they find common grounds to produce peaceful agreements that serve both parts.
Latin America cannot delay any longer to shake off its long-time carried burdens because the world will not wait. Extremes, from right or left, will only delay its pace, create useless confrontations, loose international support, give way to extreme reactions and end up in mere verbosity. Latin America, unify and intelligent, can very well and successfully play its cards in the international board should it stand firm within a centered democracy that gives not room for extreme reaction - inside or outside the nations - a centered democracy that looks not to blindly defend political positions but to openly defend their peoples interests, focused in an equitable development, supporting each other as neighbors and brothers, and making good use of their privileged physical and human resources. Centered, respectful, intelligent, the Continent. It is time Latin America! It is Wise, Fair and Necessary.
/ Silvia Davila MM. www.earthpipol.wix.com/blog. April 7, 2015.